viernes, junio 05, 2009

Rascando mi reloj

Rascando mi reloj
para ver si logro arrancarle
las siete de la tarde
tu mirada
toma por asalto
mi pensamiento
mi mente vuela
hacia ti
hacia tus circunstancias
y tu contexto

No quiero hospedarte
ni darte asilo
en mi cerebro
ni en mis ideas
pero a la menor provocación
llegas
como ese, al que nadie invita
y te instalas
como Juan
por su casa

Cavando en los segundos
estúpidos segundos
que no son capaces
de marcar la hora de salida
te vuelves a colar
en mi mente
y, como si estuvieses en frente
la curvatura de tus caderas
despierta aquellos recuerdos
de geometría euclidiana
que guardaba bajo llave

Y analizo
vértice por vértice
ese triángulo isósceles
que se forma
entre tus piernas
y tu cinturón

Logro hacer
que mi reloj escupa
las siete
por fin

Y apago mi rutina
para volver de nuevo
a casa
a mi lecho
donde podré
por fin
comprobar
la suave tangente
que mis rectas manos
formarán con el arco
de tus senos.