martes, julio 28, 2009

Vamos Equipo!

¿Qué onda, chamacos?
Acá yo con el run-run de una idea que me ha estado haciendo un remolino en la cabeza desde hace un par de semanas.
Resulta que me he dado cuenta, o mejor dicho, he asimilado que nuestro principal problema como sociedad es la falta del sentido de equipo.
Neta. No somos un equipo como lo son los alemanes, o los japoneses, o los gringos.
Los mexicanos somos muy afectuosos y muy cálidos, si. Pero no estamos unidos como pueblo.
Simplemente no lo estamos. Cada quien jala agua para su molino y le vale merga lo que le pase al vecino.
Y cuando las cosas salen mal, la culpa es del gobierno, de Felipe Calderón, del senado, de los diputados, de la iglesia católica, del sistema vale-madre de educación que tenemos, del pinche IFE que nos inundó de comerciales la tele, de Azcárraga y Salinas que nos apendejan con sus programas de tele… en fin, la culpa es tuya y no mía.
Y nos tiramos caca que da gusto: que "pinches chilangos", "pinche regio", "pinche jalisquillo", "charrito montaperros", “pinche indio pata rajada” y un muy largo etcétera.
En la chamba, por poner un ejemplo, nunca falta el wey que no necesita ayuda de nadie, o el que le tira a todo y a nada le pega, o el que esconde información, o el que le besuquea el asterisco al jefe. Pero no hay quien aproveche o encauce las características (incluyendo los defectos) para sacar a flote a la empresa/institución. ¿Cuantas veces no hemos oído el famoso "hago como que trabajo mientras ellos hacen como que me pagan"?. He ahí la bronca manifiesta: yo y ellos (si, el burro por delante) y no un nosotros.
Y el chiste no es echarle la culpa al pendejo del jefe o al lambiscón del gerente de operaciones, ni al mamón presumido de marketing, ni a los pinches empleados que no sirven (según el jefe). El chiste es encontrarle sentido al “nosotros” laboral. A que todos somos parte del capital humano, desde la doña que limpia, hasta el socio mayoritario. Semos gente, pues!
Hay muchos engendros engreídos, abortados de ciertas universidades privadas ultra caras, que dicen que “uno debe fusionarse con la empresa”, en español, esto significa que la empresa es parte fundamental de tu vida… vives para, por, con, desde, bajo (y un buen de preposiciones más) la empresa. Tu razón de vivir es la empresa. Tu única motivación es la empresa.
Otros, en cambio, piensan que es un negocio de compra-venta de horas-nalga (u horas-transpiración, según el puesto). Esto es: trabajo porque me pagas, me pagas porque trabajo.
Pos ni lo uno, ni lo otro.
Aplicándolo a los matrimonios: ni nos vamos a ir al extremo de “si no es con mi vieja(o) valgo máuser” o “todo por ella (él) y nada por mí”, ni nos vamos a ir al extremo (que los hay!) de “te aguanto porque me mantienes” o te “mantengo porque aflojas”. Como que suena más gacho ¿no?
La realidad nos la dan los niños: cuando juegan, por ejemplo, a “policías y ladrones”, se hacen dos bandos, ninguno es malo, ninguno es bueno, simplemente uno caza el otro escapa. Nadie se “hace uno” con su grupo, ni está con el grupo porque va a obtener un beneficio, simplemente están en un grupo y van a cumplir un objetivo. Yo no conozco a ningún niño que le pregunten “¿juegas?” y responda “¿Cuánto me vas a pagar?”. O ¿cuando han visto a un niño que no vaya a comer o al cine o por terminar el juego de “policías y ladrones”?
Si en realidad comprendiéramos que todos somos parte de una maquinaria (TODOS, hasta Felipe Calderón!) y que el objetivo es la grandeza de nuestro país, quizá, algún día, este país progrese. Quizá ese día, ya no se nos pida visa para entrar a Canadá. Quizá ese día dejen de dibujar a los mexicanos como rancheros bigotones, sombrerudos y huevones a más no poder.
Tal vez, si entendiéramos que TODOS somos parte de la solución y también TODOS somos parte del problema, tal vez, ese día si podamos cantar con justa razón y con conocimiento de causa eso de “para ti las guirnaldas de olivo, para ti los laureles de gloria…”

miércoles, julio 22, 2009

EL NUEVO CONTRATO SOCIAL DEL SIGLO XXI

Chamacos, esto es algo que me mandaron en un archivo de powerpoint (de 9MB!!!). Está chido el mensaje, así que les paso el puro texto, que es lo más trascendente...
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Este es un texto -publicado en 2003 para conmemorar el triste aniversario de los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001-. Nos recuerda el Contrato Social que, hace tiempo, todos nosotros aceptamos. Este texto es un acuerdo tácito que firmamos cada mañana al despertarnos con, simplemente, no hacer nada. Este texto no es una crítica social, sino que sencillamente destaca los hechos resultantes de nuestra innegable predilección por la comodidad, la indiferencia, la ceguera, la sumisión y la idiotez de todos nosotros.
Nuestro Nuevo Contrato Social dice:
1. Acepto la despiadada competitividad como la base de nuestro sistema, aunque soy consciente de que este funcionamiento engendra dolor, frustración y cólera a la inmensa mayoría de los perdedores.
2. Acepto que diariamente me humillen o me exploten a condición de que se me permita humillar o explotar a otro que ocupe un lugar inferior, en la pirámide social.
3. Acepto la exclusión social de los marginados, de los inadaptados y de los débiles, porque considero que la carga que puede asumir la sociedad tiene sus límites y ellos deben quedar excluidos.
4. Acepto remunerar generosamente a los bancos para que ellos inviertan mi sueldo a su conveniencia y que no me den ningún dividendo de sus gigantescas ganancias (ganancias que servirán para atracar a los países pobres, hecho que acepto implícitamente). Acepto también que me descuenten una fuerte comisión por prestarme dinero, dinero que proviene exclusivamente de los otros clientes.
5. Acepto que congelemos o tiremos diariamente toneladas de comida para que los índices bursátiles no se derrumben, en vez de ofrecer esa comida a los necesitados y de permitirle a algunos centenares de miles de personas, no morir de hambre cada año.
6. Acepto que sea ilegal poner fin a mi propia vida, rápidamente; en cambio tolero que se me mate lentamente, inhalando o ingiriendo substancias tóxicas autorizadas por los gobiernos. El Sistema dice que mi vida no es mía; dice que es de ellos y que sólo ellos deciden qué debo hacer con mi vida.
7. Acepto que se haga la guerra (por cualquier motivo y a cualquier costo)
para así hacer reinar la paz, aunque veamos que la paz nunca se haya logrado.
8. Acepto que en nombre de la paz, el primer gasto de los Estados sea el gasto de defensa. También acepto que los conflictos sean creados artificialmente para deshacernos del enorme stock de armas y así permitirle a la economía mundial, seguir avanzando.
9. Acepto el amplio dominio del petróleo en nuestra economía, aunque sea una energía muy costosa, sucia y contaminante; y estoy totalmente de acuerdo en impedir todo intento de sustituir al petróleo. Y aunque se desvelara que hemos descubierto un medio gratuito e ilimitado de producir energía, es evidente que lo gratuito sería nuestra perdición.
10. Acepto que se condene el asesinato de otro ser humano, salvo que los gobiernos decreten que ese ser humano es un enemigo y que me alienten a matarlo. Por ello, acepto gustoso la muerte de todos mis enemigos.
11. Acepto que se divida a la opinión pública creando partidos de derecha y de izquierda, que tendrán como pasatiempo la pelea entre ellos, haciéndome creer de esta manera, que el sistema está mejorando y avanzando.
12. Además acepto toda clase de división posible (política e ideológica) con tal que esas divisiones me permitan focalizar mi cólera hacia los enemigos designados por los gobiernos, cuando se agiten sus retratos ante mis ojos.
13. Acepto que el poder de fabricar la opinión pública, antes ostentado por las religiones, esté hoy en manos de hombres de negocios no elegidos democráticamente, quienes con su dinero son totalmente libres de controlar los Estados, porque estoy convencido del buen uso que harán con ese poder.
14. Acepto que la idea de “la felicidad” se reduzca a la comodidad; acepto que “el amor” se reduzca al sexo; y acepto que “la libertad” se reduzca a la satisfacción de todos los deseos, porque esto es lo que me repite la publicidad cada día. Es simple: cuanto más infeliz soy, más consumo. Y así cumplo mi papel contribuyendo siempre al sano y buen funcionamiento de nuestra economía.
15. Acepto que el valor de una persona sea siempre proporcional a su cuenta bancaria; que se aprecie su utilidad en función de su productividad y no de sus cualidades; y que sea excluido del sistema si no produce lo suficiente.
16. Acepto que se recompense exageradamente a los deportistas famosos y a los actores taquilleros y se premie mucho menos a los profesores y a los médicos encargados de la educación y de la salud de nuestras futuras generaciones.
17. Acepto que se destierre de la sociedad a las personas mayores cuya experiencia y sabiduría podría sernos útil, pues, como somos la civilización más evolucionada del planeta (y sin duda del universo) no necesitamos ni de esa experiencia ni de esa sabiduría. Por ello, todos los ancianos sobran.
18. Acepto que se me muestren las noticias más negativas y aterradoras del mundo todos los días, para que así yo pueda apreciar hasta qué punto nuestra situación es normal y cuánta suerte tengo de vivir en Occidente. Sé que mantener el miedo en nuestros espíritus es realmente beneficioso para todos nosotros.
19. Acepto que los industriales, militares y jefes de Estado celebren reuniones regularmente para que, sin consultarnos, tomen decisiones que comprometen el porvenir de la vida, la salud y el bienestar del planeta y de todos nosotros.
20. Acepto consumir gustosamente la carne vacuna tratada con abundancia de hormonas sin que, explícitamente, se me avise del riesgo que corro.
21. Acepto que el cultivo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) se establezca en el mundo entero, permitiendo así a las multinacionales agroalimentarias modificar genéticamente las plantas, patentar nuevos seres vivos, almacenar ganancias considerables y tener bajo su yugo a toda la agricultura mundial.
22. Acepto que los bancos internacionales presten dinero a los países que quieren más armas para combatir, y que así ellos elijan a los que harán la guerra y a los que no. Soy consciente de que es mejor financiar a los dos bandos en conflicto para así estar seguros de ganar dinero y prolongar los conflictos el mayor tiempo posible, con el fin de poder arrebatarles totalmente sus recursos si no pueden devolver los préstamos recibidos.
23. Acepto que las multinacionales se abstengan de aplicar los progresos sociales de Occidente en los países desfavorecidos, pues que ya es una suerte para ellos que los hagamos trabajar. Prefiero que se utilicen las leyes vigentes en esos países pobres para hacer trabajar a los niños en condiciones inhumanas, miserables y precarias. En nombre de los derechos humanos y los del ciudadano, no debemos ejercer injerencia en los asuntos privados de esos países pobres.
24. Acepto que los grandes laboratorios farmacéuticos y los industriales agroalimentarios vendan, en los países económicamente desfavorecidos, los productos experimentales, los caducados o los que contengan substancias cancerígenas prohibidas en Occidente.
25. Acepto que el resto del planeta, es decir más de siete mil millones de individuos, puedan pensar de otro modo a condición de que no vengan a expresar ni a compartir sus creencias en nuestra casa, y todavía menos, a intentar explicar nuestra Historia con sus nociones filosóficas primitivas.
26. Acepto la idea de que existen sólo dos posibilidades en la naturaleza, a saber: cazar o ser cazado, y si estamos dotados de una conciencia y de un lenguaje, ciertamente no es para escapar de esa dualidad, sino para justificar por qué actuamos de ese modo tan idiota e irracional.
27. Acepto considerar nuestro pasado como una continuación ininterrumpida de conflictos, de conspiraciones políticas, violación de derechos, injusticias, terrorismo, inseguridad y abuso de voluntades hegemónicas, pero sé que hoy, en nuestro presente, todo esto ya no existe porque estamos en el summum de nuestra evolución, y porque las reglas que rigen nuestro mundo son la búsqueda de la felicidad y de la libertad para todos los pueblos, tal como lo oímos sin cesar en la publicidad y en todos los discursos políticos.
28. Acepto, sin discutir, y considero como verdades todas las teorías científicas propuestas para la explicación de los misterios de nuestros orígenes. Y acepto que la naturaleza dedicó millones de años para crear a un ser humano cuyo único pasatiempo histórico es la destrucción de su propia especie, en unos instantes.
29. Acepto la búsqueda desesperada del beneficio propio como fin supremo de la Humanidad y la acumulación de riqueza como la máxima realización de toda la vida humana. De esta manera la vida es 100% plena.
30. Acepto la destrucción de los bosques, la casi desaparición de los peces en los ríos y de la vida en nuestros océanos. Acepto la extinción de las especies animales y el aumento de la polución industrial y de la dispersión de venenos químicos y de elementos radiactivos en la naturaleza, como algo necesario y natural.
31. Acepto la utilización de toda clase de aditivos químicos artificiales en las máquinas, en la tierra y en mi alimentación, porque estoy convencido de que si se añaden es porque, tal como dice la publicidad, son útiles e inocuos.
32. Acepto la presente guerra económica que actúa con rigor sobre el planeta, aunque siento que nos está llevando hacia una catástrofe sin precedentes.
33. Acepto esta situación y todas las del sistema actual, porque creo y supongo que no puedo hacer nada para cambiarla o mejorarla. El sistema está bien.
34. Acepto ser tratado, a diario, en todas mis actividades, como ganado porque todos los demás lo aceptan y porque definitivamente pienso que las mayorías deciden y lo hacen con enorme sabiduría y razón.
35. Acepto el sistema sin plantear ninguna objeción. Acepto además, cerrar los ojos ante todo esto y no formular ninguna oposición verdadera, porque estoy demasiado ocupado con mi subsistencia y con el resto de mis preocupaciones.
Incluso acepto defender a muerte este Nuevo Contrato Social si cualquier persona me lo pide o si alguien lo ataca.
36. Acepto en mi alma, en mi mente y en mi conciencia, la realidad de este Contrato que el sistema hoy coloca delante de mis ojos porque siempre he preferido ver la realidad de las cosas tal como el sistema me las presenta.
Líderes políticos del mundo: Sé que todos ustedes sólo actúan por mí bien, por el de todos, y por el del sistema. Por eso les doy las gracias.

Nota de NecroDaddy: Yo acepto que, de seguir así, nos va a cargar la chingada a todos, por nuestro propio bien!!!

martes, julio 21, 2009

iiiiiraaaaa

A veces, es como un ardor en la boca del estómago. Otras, es como un fuerte cólico. En muchas ocasiones es como un calor muy intenso en la nuca. Pero en ciertas ocasiones, es como una densa capa de fuego que cubre todo el organismo y nubla la visión.
Es en ese momento cuando uno tiene que tranquiilizarse y pensar bien las cosas o de plano explotar y cagarla.
Así es como se siente la rabia. Esa rabia que carcome las entrañas y ulcera la consciencia.
Muchas veces se siente por no obtener lo que queremos, otras por sufrir alguna injusticia. El caso es que no lleva a nada bueno.
Acabo de pasar por un evento de rabia extrema. Afortunadamente el origen de mi rabia no estaba presente, si no lo hubiera agarrado a golpes y, en lugar de estar escribiendo mis burradas cotidianas, estaría haciendo fila para entrar a la barandilla municipal.
Cuantas vidas no se han destruido por causa de la rabia. No en valde es uno de los 7 pecado capitales.
Yo, prefiero la lujuria y la gula.
Por eso mejor, me calmo, y, calladito, sin agredir a nadie, tomo las decisiones que debo tomar y hago como que no pasó nada...

C'Ya!
NecroDaddy

lunes, julio 13, 2009

Miau

Qué onda chamacos!
Acá yo sobreviviendo a un fin de semana propio de preparatorianos....
Resulta que, de repente, pasé de una fiesta a otra... en la primera era el anciano y en la segunda el bebé! Eso es chido.
Lo más interesante es como me cayó el veinte de que, de una u otra manera, todos padecemos el mismo mal en cuestión relacion humana, comunicación y respeto: somos muy egoístas y estúpidos. Y esto aplica en cualquier tipo de relación interpersonal, llámese amistad, noviazgo, matrimonio, u lo que sea.
Explico: sucede que en la segunda fiesta escuché una conversación a las de acá:

-Viejo, ya vámonos porque hay que pasar por mi mamá
-¿tu mamá?
-Si. Se va a quedar en la casa un par de semanas
-¿y eso?
-Es que se siente sola. A los niños les encantó la idea
-aahh que bien...
-Pero ya vámonos, que si no, luego la vamos a desvelar.


Seco! Vamos analizando eso. Primero, la doña de manera unilateral (si, u-ni-la-te-ral) tomó la decisión de llevarse a su mamá a su casa por dos semanas. Luego, escoge el momento menos oportuno (al inicio de una fiesta!) para decirle a su marido la decisión que ella había tomado. Y para rematar, los niños estaban felices con la decisión.
Stop! Stop a las llamadas!
¿Alguno de ustedes notó como nuestro personaje pasó de ser el esposo, el amado, el hombre con el que "decidí pasar toda mi vida", a ser un simple chofer, vasallo, "apúrate pinche gato" de la doña?
Y la doña adorna el pastel con "ya vámonos pa' que no se desvele mi mami!"
Que pasa por la mente del marido micifuz? Es una amplia gama de sentimientos, desde el "estoy pintado" hasta el "pinche vieja, no se vaya a desvelar mucho!" pasando por una buena cantidad más.
Y es lógico. Por más que este compa adore a su suegra (lo cual, acá entre nos, es fisiológicamente imposible) la payasada de su mujer automáticamente delega una partecita de odio al objeto (en este caso es sujeta) del conflicto.
Si le damos otra exprimida a la conversación, vemos los hechos fríamente: ella, tomó una decisión que afecta a ambos sin consultarle a él su opinión, y para rematar, le asigna un grado de importancia mucho mayor a los hijos y a la madre que al marido.
Y eso es fruto del egoísmo. YO decido que hagas lo que YO quiero y YO lo consulté con gente que YO considero que vale más que tu, y hazlo rápido para que YO no quede mal.
Es muy similar a cuando las relaciones terminan porque "tus actitudes me molestan. Tú me dijiste. Tú me hiciste. Tu no me hiciste." ¿Ya?
Si hubiera una pequeña dosis de consideración y respeto al otro, quizá la conversación hubiera sido en otro tiempo y otro tono.
Si por ejemplo, una novia termina a su novio y nos dice las razones, tenemos dos opciones:

1.- Es que él tuvo actitudes que me molestaron mucho. No me respetó y me hizo sentir muy mal. Cuando discutimos, reaccionaba de una manera horrible. Mejor corrí ahora. Imagínate si me hubiera casado con él!
Ó
2.- Es que llegamos a un punto en que nos empezamos a faltar el respeto mutuamente. Yo me sentí muy mal por haber sacado lo peor de mi y porque él sacó su peor lado. Las veces que discutimos por algo, las convertimos en peleas horribles. Preferí no seguir haciéndome daño con esa relación y no hacerle más daño a él"


Creo que la opción 2 no es para nada egoísta y, en consecuencia, mucho más madura y responsable.
Yo creo, humildemente, que si nos vamos a enfrascar en el rollo de una relación. Llámese amistad, noviazgo, matrimonio, amasiato o lo que sea, debemos estar dispuestos a empezar a pensar en primera persona plural.
Un abrazo!
NecroDaddy

viernes, julio 10, 2009

Micro-mini cuento

Hubo una vez una gran persona que tuvo la preciosa oportunidad de vivir, amar y ser feliz. Pero prefirió encadenarse a la esclavitud de su trabajo...

C'Ya!
Necrodaddy

Me excitan tus celos de telenovela

Que once?

Acá yo compartiendo mis dotes clarividentes...
Resulta que hace un tiempo perdí una relación que yo (y por lo visto únicamente yo) consideraba importante. Una amiga (bueno, eso parecía) y yo discutimos por su cambio de conducta hacia mi y pos ahí murió todo. Como ñiños nos peliamos y córtalas, córtalas para siempre. Vulgo, a la chinampa!
Hace unos días intenté (sin conseguirlo) reanudar la amistad. Olímpicamente me mandó de vuelta a donde ya me había mandado. Ni Pedro, Picapiedra.
Y resulta que según ella "estamos mejor así" Ah jijo! ¿Estamos, quimosabi? Estás tu, pensé, porque a mi me carga la verdura!
Y resulta que la amistad se acabó por mi mal comportamiento y por que yo estaba buscando "algo más". Ah kbrn! pos resulta que, pos si, alguna vez me sentí atraido por sus bien acomodadas (aunque escasas) carnes, pero, la neta, sentados en la realidad, no he encontrado a una mujer lo suficientemente inteligente, amorosa y aguantadora como pa' tumbarle el puesto de "dueña de mis quincenas" a mi chaparra. Yo solo estoy disponible para amistades eternas e incondicionales y ya.
Pero weno, parece que el factor clave debe ser algo que le reclamé una vez a mi muy querida ex-amiga: "la mera verdad sentí muchos celos de fulano"
TOING!
Para el alma poco entrenada y viciada con las telenovelas del carnal de las estrellas, Azteca y demás basofia, la palabra celos solo aplica para el momento en que Federico Juan Emmanuel ve a su amada Fernanda Micaela en brazos de su Rival Rodolfo Gonzalo.
La manga
Según wikipedia los celos no son más que una respuesta emocional, mental y de conducta de parte del celoso ante la amenza de perder una relación interpersonal con el celado, pudiendo ser esta una relación romántica (novios, esposos, amantes, canchanchanes) o no romántico (amigos, compas, cuates, compañeros de chamba, carnales, etc.)
O sea, igual yo he sentido celos de mi compadre cuando me ha mandando a la jodida por ver un partido de sus mugrientas chivas...
Igual he sentido celos de mi princess cuando me ignora vilmente por correr a los brazos de su awelo (o sea, mi apá) y al mismo tiempo he sentido celos de mi apá por ignorar a este primogénito tan guapo que tuvo y correr a abrazar a mi princess.
En resumen: la morra me mandó al chile por culpa de Federico Juan Emmanuel, Rodolfo Gonzalo y la promiscua de Fernanda Micaela!
Pero weno... Lo que más chido del asunto es que, contrario a lo que yo esperaba, esta mandada al jiote, en lugar de deprimirme, me liberó!
Yes!
Me liberó, así como se lee. Porque en lugar de sufrir todos los 245 capítulos de la telenovela, me chuté un videoclip reggetonero de 4 minutos! Me dijo "no te quiero y nunca te he querido" y, oh sorpresa, no me corté las venas. No, dije "weno, pos a la goma y a lo que sigue, si no me quieres, pos a buscar quien si me quiera" y que me limpio las chanclas y me salgo de su casa y le cerré por afuera!

Y todo por llamarle a las cosas como se llaman! Que bueno que nunca le dije que me excitaba mucho cuando me contaba sus logros! Y es que, vuelvo a lo mismo, Doña Gárgara, Sortilegio y todas esas mamertadas hace que la gente piense que si el NecroDaddy se excita no es porque algo le provoca entusiasmo o alegría, no... es porque consiguió la tan deseada firmeza grado 4 que promete la pildorita azul en forma de rombito... Neta que que pobre dominio del lenguaje tenemos... gracias Azcárraga Jean y Salinas Pliego! ¿no quieren ver Galavisión?

C'Ya!
NecroDaddy
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miércoles, julio 01, 2009

Síndrome del Ladrillo

Chamacos, retomando mis pláticas de Criptozoología de oficina, les voy a contar una historia vividas desde lejos.

En una ocasión, hace muchos ayeres, conocí a un monito que, por azares del destino (y del partido político en el poder) fue colocado en un puesto pequeño en el gobierno del estado. Resulta que la dependencia en la que estaba este monito, al que llamaré Nicasio, decidió (no se pa' que) certificarse con ISO 9002. WOW! y, como Nicasio no tenía nada más que hacer, lo designaron como el auditor interno de calidad. Para no hacer el cuento largo, de un "de repente" Nicasio dejó de ser Nicasio para convertirse en el Lic. Relinchez. El amigo ayudó mucho, si, pero agarró un humor que nadie lo aguantaba. Se empezó a sentir parte fundamental de su dependencia, miró a todos por debajo del hombro, incluso se empezó a comportar muy déspota con los de menor (o igual) rango que el. Cuando se hubo certificado la dependencia, Nicasio, perdón, el Lic. Relinchez, cacareó como si hubiera puesto el huevo más grande de toda la granja, exigió auto, aumento de sueldo y personal para tener a quien mandar.A los pocos meses, el Lic. Relinchez estaba a punto de exigir que todos se refirieran a el como "su excelentísima majestad", pero, hubo cambio de gobernador, y el primero en la lista de despedidos en la dependencia en la que el era empleado. Duro golpe. La certificación se perdió y no se volvió a tramitar... ultimadamente ¿a quien le importa si una dependencia gubnernamental está certificada o no?

¿Que pasó? Muy sencillo. Lo que le pasó al buen Lic. Nicasio Renlinchez (que por cierto suena a nombre de historia de Catón, jajaja) se llama Síndrome del Ladrillo. Pongámonos claros: un ladrillo o tabique, es un objeto rectángular que se usa para construir muros (si, esa cosa color naranja con la que hacen las paredes) y, en el más común de los casos, mide 10 cms de grueso. Por otra parte, cuando uno sube a alturas impresionantes y mira para abajo, es normal sentir vértigo, mareo o nauseas. Pero ¿que pasa si, estando en el suelo, nos paramos en un ladrillo? Normalmente nada. A gente como Nicasio le da vértigo. Se marea. Pierde el suelo.
Otra vez. El Síndrome del Ladrillo es lo que le pasa a gente que, recibe una encomienda sin mucha importancia, o de trascendencia temporal y se cree que le dieron la silla del ejecutivo nacional. ¿Me explico? De nuez: A mi me ofrecieron un puesto muy importante cuando era práctimante un recién egresado. Me sentí parido por Zeus, o como dice mi amá, la divina garza envuelta en celofán. Ese es el síndrome del ladrillo, pararse en un ladrillo y perder el piso.
Yo creo que todos lo hemos padecido, pero también conocemos una gran cantidad de historias de gente que lo padece por mucho rato.
Saludos y no pierdan el piso...

C'Ya!
NecroDaddy