viernes, marzo 05, 2010

Cuando el gato no está...

Hay un dicho muy viejo que aplica para las oficinas: "Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta".

Esto quiere decir que, cuando el jefe no está, los subordinados se relajan... o sea, flojean, o simplemente, dejan de trabajar.

Esto aplica mucho para las organizaciones tradicionalistas, donde todos trabajan para servir a un jefe.

Cuando la organización es más moderna (o más inteligente, vaya), y los grupos o equipos de trabajo son encabezados por líderes, la cosa cambia, porque en lugar de ratones y gatos, se asemejan más a una manada, en la que hay uno que guía a todos hacia la meta y todos se cuidan entre sí.

La mayoría de los jefes (o sea, los que son obedecidos por temor o conveniencia pero no por convicción) cree a pie juntillas que si ellos no están presentes sus subordinados haraganean plácidamente (trad: echan la hueva).

Esto es muy cierto, pues una vez que desaparece la fuente del estrés, es normal que todos busquen relajarse y se incrementen los coffee-breakes y los güiri-güiri-breaks.

Lo triste (y que los jefes-gato no aceptan o no les cae en la cabezota) es que sin ratones, el gato morirá de hambre.

Por lo mismo, empresas piteras y sin trascendencia como Google o Pixar son verdaderas manadas que, incluso tienen tiempos dentro del horario laboral dispuestos para el relax. Incluso hay quienes tienen cuartos con sillones y audio para que los colaboradores (nótese que no uso la palabara subordinado!) se echen un coyotito pa' recuperar juerzas y creatividad y trabajen con más enjundia.

Se las dejo de tarea a todos los jefes pa' que les caiga el veinte y a los líderes pa' que no se les olvide.

Saludos!
NecroDaddy.